Los ojos de Jehová están sobre los justos, y sus oídos están hacia su ruego(1 Ped. 3:12).

Una relación estrecha con Jehová no surge de la noche a la mañana. Se requiere tiempo para llegar a conocerlo bien y amarlo. Por tanto, resuélvase a dedicar algún tiempo todos los días a leer su Palabra. Los amigos de Dios crecen espiritualmente gracias a sus oraciones sinceras y a las buenas compañías (Mal. 3:16). Como un padre amoroso, Jehová está atento a nuestras súplicas. Así pues, debemos “persever[ar] en la oración” (Rom. 12:12). No podemos seguir siendo cristianos plenamente desarrollados sin la ayuda de Dios. Las presiones de este sistema son demasiado grandes para resistirlas y superarlas por nosotros mismos. Si dejamos de orar, nos separaremos del aporte constante de fortaleza que Dios quiere y puede darnos. ¿Está usted satisfecho con la calidad de sus oraciones, o ve que debe mejorar en este aspecto? (Jer. 16:19.) w1315/3 3:11, 12