Oramos a Dios que no hagan ustedes nada malo, […] que ustedes estén haciendo lo que es excelente, aunque nosotros mismos parezcamos desaprobados (2 Cor. 13:7).

Para soportar la presión necesitamos tener conocimiento exacto, ser humildes, ser modestos, amar a Jehová y temer a Dios, no a los hombres. Si nuestra fe personal se basa en conocimiento exacto, defenderemos nuestras creencias hablando con valentía y convicción. De esta forma seremos capaces de vencer la presión y el miedo. Claro, nunca debemos sobrevalorar nuestras fuerzas, sino ser humildes y reconocer que nos hace falta el poder de Dios. Hay que pedirle a Jehová su espíritu y cultivar un amor por él tan intenso que nos motive a obedecer sus normas y defender su nombre. Además, es crucial prepararse de antemano para soportar la presión. Así pues, los padres hacen bien en orar con sus hijos y ensayar lo que estos harán cuando sus compañeros los inciten a hacer algo malo. w12 15/8 3:13